jueves, 8 de octubre de 2009

Todo tiene un por qué

Claro, no es sólo que Ro y yo nos amemos con locura, es que la verdad es casi insoportable el tener que estar alejadas la una de la otra. ¡Ah! Ya no más tenerla que dejar en su casa y despedirnos con un suave beso en la mejilla.

Es más fácil estar con ella y sin mi familia que sin ella y con mi famlia. Después de los días malos que tuve con mi mamá, decidí que el único modo de decir "hasta aquí" era saliendo de mi casa.

El dónde, el cuándo y el cómo serían lo de menos, hay veces que los pasos se tienen que dar con tanta determinación que en lugar de un pequeño paso una termina dando un salto que si nos hace sentir como si fuéramos unas verdaderas campeonas olímpicas.

Y la verdad es que era tan simple. ¿Por qué no me decidí antes dar el brinco? La verdad es que el impulso cuesta, pero la sensación de estar en el aire es de lo mejor, además, cuando caiga voy a estar ya del otro lado. ¿Qué más puedo pedir?

3 comentarios:

  1. Esa es la actitud!!! Entre más tiempo pase más contenta vas a sentirte.

    Ánimo!

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  2. Ando súper contenta Kuruni, muchas gracias.

    Mi Ro lloró hace un ratito, pero va a estar mucho mejor en cuanto llegue, platiquemos y le dé unos besitos mientras la abrazo.

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  3. "La verdad es que el impulso cuesta" te lo dije muchas veces, pero lo importante es decidir algo y aferrarse con todo a llegar al otro lado.

    Me alegra leerte.

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