miércoles, 18 de agosto de 2010

Capítulo IV Compañeras de danza

Mamá y Mami tardaron un tiempo en hacerse amigas. Recuerdo bien el día en que subí por las escaleras que daban al salón de danza y me encontré con ella.

-Hola Ro - dije con ese todo desvergonzado que me caracteriza

Más tarde Mamá me diría que se le hizo extraño que yo supiera su nombre. No, no es que ella ya me gustara, se me hacía chévere saludar a la única bailarina que quedó despúes del curso de verano. Yo seguí peleando por largo tiempo con mis puntas, mi segunda y mis jettés y ella siempre estuvo a mi lado como las sobrevivientes del curso de verano.

No pasó mucho tiempo para que nos acompañáramos a la salida de la clase. Ella se iba hacia el sur y yo caminaba otras dos cuadras para llegar a la parada del transporte público. Tal vez para ese entonces ya había en mi cabeza algo hacia esa bailarina, porque prefería irme en combi y dejar mi carro en casa con tal de a la salida caminar esas 3 cuadras mientras ella se reía de cualquier cosa que decía. Me acuerdo que me gustaba que me nos despidieramos con un beso en la mejilla (me sonrojé con recordarlo).

Así pasaron varios meses hasta que nuestra amistad empezó muy formalmente con un paseo para ver las ofrendas del día de muertos. Ese día fuí a su casa por primera vez y salimos con Bryz, una de nuestras amigas en común.

De más está decir que nos divertimos muchísimo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Capítulo III Mamá y mami dos mundos separados, un lugar insólito para conocerse.

Mamá y mami se conocieron en el lugar más inimaginable: En un salón de danza contemporánea.

Mamá tenía 19 y mami tenía 23. Eran unas clases de verano. Lo que para una era un hobbie, para la otra era media vida. Mami se divirtió mucho, se acercó a la danza contemporánea porque era lo natural después de practicar algunos años el jazz y otras disciplinas. Mamá, adoradora del ballet veía en la danza contemporánea un medio para lograr su formación como bailarina. Ella estudiaba la carrera de Danza en la universidad local. A pesar del esmero que puso no fue aceptada para cursar la carrera, así que buscaba lograr ser bailarina profesional por otros medios.

No lo voy a negar, al principio no se cayeron muy bien que digamos: mamá iba a las clases de danza como toda una profesional y mantenía su rígida postura en la barra para lograr destacar en el grupo. Mami, en cambio, se divertía jalándose de la barra y no entendía mucho de pliés y grand-battements.
Tuvo que pasar el curso de verano para que mami se diera cuenta que la danza contemporánea le gustaba y se inscribiera al curso regular.

martes, 10 de agosto de 2010

Capítulo II Aquí estoy yo, Kar, AKA mami

Yo soy la que escribe. Acabo de cumplir 29 años y voy un poco más allá de la media maestría. Me crié con 3 hermanos mayores pero sólo soy cercana con uno, los otros dos me llevan más de 10 años así que la diferencia de edad no ha jugado a nuestro favor.

Mi mamá y mi papá me adoran porque soy la única hija y la menor de los 4 así que siempre he sido de lo más consentida.

A mí mamá le dió por viajar y viajar desde hace unos 10 años así que he visitado más de 25 países, hablo 4 idiomas o como dice mi papá: Tal, tal y tal y un poquito de español. Me gusta mucho la música y frecuentemente me pongo a silbar o tararear alguna canción.

Aprendí a nadar a los 12 años pero me esforcé y nadé por muchos años más, el agua me encanta. El mar me atrae y cada vez que veo un lago o río pienso: Quiero ir a nadar ahí.

Me gusta leer pero entre el trabajo, la casa, el estudio y demás, debo admitir que lo he dejado de hacer en la medida necesaria para que no sólo sea un pasatiempo sino algo de utilidad práctica.

Mi color favorito es el rosa, mi cereal favorito son los Froot Loops y adoro los Mi Pequeño Pony. Jejeje ya me ventaneé

sábado, 7 de agosto de 2010

Capítulo I Les presento a mamá

Mamá tiene casi 25 años, es de lo más risueña y todavía adora comer frituras y caramelos al por mayor.

Ella creció con su mamá y su hermana porque su papá tuvo a bien andar con otra mujer mientras continuaba casado. Lo raro del asunto es que la mamá de Ro se resguardó con la familia del ex- marido, así que mi Ro y su hermana crecieron con la familia paterna y su mamá como única familia.

Ro creció adorando la gimnasia, el ballet y la danza contemporánea. Les dará risa pero por más que lo he intentado mi mujer no baila salsa, merengue,cumbia o reggaeton a menos que no sea entre nosotras dos en la sala de la casa. Por cierto, aún no me ha dejado tirar a la basura sus desgastadas puntas de ballet que tanto trabajo le costó tener y poder usar...

Entre sus recuerdos de infancia siempre llegan los de cuando en el preescolar perteneció a las "Haditas Marinas", de cómo su papá le compraba frituras a escondidas de su mamá (y quién sabe, tal vez por eso le gusten tanto), de cómo sus tíos fueron en muchos sentidos sus papás y mamás.

A Ro le gusta dormir por la mañanas, pero en las noches le gusta platicar y platicar cuando yo ya estoy a punto de caer en la trampa de Juan Pestañas. Le gusta cocinar, freír las cosas y oír cómo crujen, hacerse de comer justo lo que vió en algún comercial televisivo y siempre tiene que comer "algo dulce y algo salado".

Eso sí, no tengo por qué negarlo, es súper consentidora. Me he quedado corta, no puedo escribir todo lo que sé de ella y lo que siento por ella en unos cuantos minutos, pero se podrán dar cuenta de que la amo muchísimo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Más y más paciencia

Pues las cosas no han resultado bien, pero hay que ver que tampoco han resultado del todo mal.

No he escrito porque más bien deberíamos escribir un libro... a la ginecóloga se le hizo exagerado porque dice que "ni que llevaramos años en esto" lo que sí sé, es que como dice Linda: Nosotras siempre hemos querido ser mamás. Yo tenía desde el año pasado la idea de quedar embarazada por estas fechas pero las cosas no se han dado. Es más ni siquiera hemos realizado el primer intento.

Yo era la que no les hacía mucho caso a las Barb.ies pero adoraba a los Nen.ucos, las Caba.gge Patch, los bebés pelones y me encantaba traerlos abrazados. Mi Ro siempre ha sido la que cuidaba los bebés de las vecinas (desde que tenía unos 8 años) y las dos nos ponemos a jugar con cuanto chiquitín podemos. Ahora que nos ha picado tan fuerte esto del bicho del bebé estamos delirantes por ya tener a nuestr@ bebé con nosotras. Eso sí, habrá que armarse de paciencia. De eso me acabo de dar cuenta.

Y como el libro no resultaría muy comercial que digamos decidí escribir algunos capítulos por el blog, así que manténganse conectadas.

Saludos y bienvenido Erik. De verdad que qué ternura de bebé, ya nos dirán sus mamis si nació tan grande como se esperaba.