lunes, 16 de agosto de 2010

Capítulo III Mamá y mami dos mundos separados, un lugar insólito para conocerse.

Mamá y mami se conocieron en el lugar más inimaginable: En un salón de danza contemporánea.

Mamá tenía 19 y mami tenía 23. Eran unas clases de verano. Lo que para una era un hobbie, para la otra era media vida. Mami se divirtió mucho, se acercó a la danza contemporánea porque era lo natural después de practicar algunos años el jazz y otras disciplinas. Mamá, adoradora del ballet veía en la danza contemporánea un medio para lograr su formación como bailarina. Ella estudiaba la carrera de Danza en la universidad local. A pesar del esmero que puso no fue aceptada para cursar la carrera, así que buscaba lograr ser bailarina profesional por otros medios.

No lo voy a negar, al principio no se cayeron muy bien que digamos: mamá iba a las clases de danza como toda una profesional y mantenía su rígida postura en la barra para lograr destacar en el grupo. Mami, en cambio, se divertía jalándose de la barra y no entendía mucho de pliés y grand-battements.
Tuvo que pasar el curso de verano para que mami se diera cuenta que la danza contemporánea le gustaba y se inscribiera al curso regular.

2 comentarios:

  1. llevo tiempo leyendo tu blog, me encanta como relatas tu vida, gracias por compartirla con nosotras.
    Felicitaciones por es@ bebit@ que viene en camino y saludos desde Chile!

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  2. El gusto es mío Caro. Gracias por leer nuestra historia.

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